Anteriormente en la primavera purifican las tierras con antorchas de fuego recorrían el perímetro de la finca, dejando la ceniza en los terrenos que iban ser plantados. Cortaban y clavaban el palo de mayo en el terreno que simboliza la fecundidad de la tierra, para que un rito sea tradicional tiene que existir una creencia globalizada. De hecho, el denominada baile de las cintas o palo de mayo tiene una gran tradición en el folclore de América latina y el norte de Europa, en Galicia se danza en la fiesta de la peregrina en Pontevedra. Se atan cintas de colores en el extremo superior del palo que representan lo femenino y el palo es una clara alusión o lo masculino, con una música alegre bailan alrededor del palo entrelazando las cintas. Es un rito de cortejo entre géneros.
El fuego vuelve a estar presente en los rito de los animales ya que curaba los animales enfermos con su paso entre las hogueras. El fuego servía para honrar lo viejo, aquellos aperos de labranza que ya habían cumplido su ciclo vital, desgastados o destrozados por el trabajo realizado, regresando de nuevo a la tierra, esa que labraron para conseguir las cosechas y regresar a su origen en forma de ceniza en el rito de la quema de los aperos. La esencia de este rito aún permanece en la actualidad, cuando en San Juan quemamos el papel del pasado ano y esperamos que el futuro inmediato se cumpla con promesas escritas en un nuevo papel.
Junto con los frutos de la tierra y el fuego, el agua es el tercer elemento que se venera en esta noche. El agua es fuente de vida, fundamental para los cultivos, imprescindible en la vida de los humanos. Agua que purifica, que fertiliza lo infecundo. Estamos ante el rito de las nueve olas donde las mujeres infértiles procuraban con las piernas abiertas en las playas para mojarse con agua de mar en el vaivén de las mareas durante nueve veces para fecundar hijos futuros.
La simbología de los números establecen las acciones de los ritos para que alcance su objetivo. Nueve veces hay que pasar por debajo de las piedras sagradas, en A Costa da Morte y concretamente en Muxía encontramos A Pedra dos Cadrís, nueve veces tenemos que mover la Pedra de Abalar. De nueve fuentes hay que tomar o guardar agua como agua purificadora. Su origen se vincula al ciclo de la mujer como fuente de la vida humana. Nueve son los meses de gestación en su vientre. Veinte y siete son los días de menstruación múltiplo de nove. Si contemplamos la luna veinte y siete días aproximadamente son los que tarda en orbitar alrededor de la tierra.
El hombre es cazador. La mujer es agricultora. El home es lanza. La mujer es arado. El hombre es palo de mayo. La mujer es la tierra. El hombre es el sol. La mujer es la luna.
Desde los albores de la humanidad los agricultores observaron que las fases de la luna influían en la producción de los cultivos, estimulando o retrasando la germinación, los viejos agricultores aún en la actualidad son conscientes de esta tradición.
En la fertilidad de las mujeres las piedras sagradas, piedras cabalgadas, piedras oscilantes, piedras de paso por su interior se prestaban para ritos da fecundación. Las parejas con problemas para fecundar progenitores yacían sobres ellas, en A Costa da Morte encontramos la Pedra de Abalar en Muxía y la Cama de Pedra en la destruida Ermita de San Guillerme en Fisterra. Existía un rito de fecundación parecido al de las nueve olas, que consistía en rascarse sobre estas piedras para fecundar un futuro hijo. Las piedras también curaban las dolencias como a Pedra dos cadrís en Muxía traspasándola nueve veces.
Los ritos son fundamentales en nuestra vida, son nexos de unión que determinan la pertenencia a una comunidad y creadores de la identidad.
Ritos que en esencia algunos llegaron a nuestros días, otros se modificaron y la mayoría fueron asimilados y transformados por la religión católica como ejemplo es el propio San Juan y el sustrato del Camino de Santiago que precisamente alcanza en el fin del camino Fisterra y Muxía los lugares ritualizados como las piedras paganas de Punta da Barca en Muxía y Monte Facho en Fisterra.
Fotos: Espectáculo Noite de Ritos en Camariñas 2020.